After hour love
El aire gélido de la mañana nos encontro allí,
mirándonos con anhelo, con mejillas carmesí.
El autobus nos vio sentarnos,
querernos, enamorarnos.
Con coraje por bandera me acerqué,
y todo comenzo, como si nunca hubiera acabado.
Nos olvidamos de todo y de todos,
y el día se fue entre risas y flores.
La noche, encandilada y celosa,
fue testigo de la pasión al besarnos,
ante las tranquilas aguas del perlado Guadalquivir.